miércoles, 3 de junio de 2009

Lisbeth: la película

Soy tan torpe con el blog que llevo tiempazo sin encontrar la manera de hacer una nueva entrada. Gracias a Irene Adler y su comentario de aliento (gracias, Irene, no encontré en tu blog cómo hacerte algún comentario sobre intereses que compartimos, o enviarte un correo), he encontrado un enlace para conseguirlo et... voilà, aquí estoy de nuevo con unas ganas locas de volver con Lisbeth. El sábado vi la peli. Pues no es tan mala como suponía. Lisbeth está bastante bien: bueno, sí, más guapilla y maquilladilla de lo que yo me la imaginaba, pero la actriz, Noomí Rapace, está soberbia. También Blomqvist, Bjurman y el anciano Vanger. A las que he encontrado como más avejentadas de lo que se debería es a las mujeres, quizá porque el clima de Suecia es cruel con los "curtis" y andan todas con unas patas de gallo que para qué.
La peli consigue el clima de violencia del libro, sin tanto suspense como éste y, al igual que el libro, sin golpes bajos. Quizá he echado de menos una mejor caracterizaciòn de la manera imposible de ser de Lisbeth. Tenía gracia, porque cada vez que Lisbeth hacía un desplante a Mikael o a otra persona, la gente se reía suavemente en el cine. Señal de que eso engancha, ¿no?
Hay algo que no me gustó; en la visita a su madre, ésta parece cariñosa con Lisbeh. En el libro no. Lo diré claro: HAY MADRES QUE NO QUIEREN A SUS HIJOS/HIJAS. Si en el libro queda claro que la madre prefiere a la gemela de Lisbeth, y que a ésta no le da ni tres de pipas ¿por qué edulcorarlo? Señores, por favor, que la peli no es yanqui y no necesitamos engañar a nadie. Volveremos sobre esto en otra entrada (si consigo volver a entrar).
Me sorprendió ver en el cine a tantas pandas de señoras mayores. Es que fuimos a verla en español... no necesitaba yo escuchar hablar en sueco. Pues las ancianas que estaban a nuestro lado, se iban comentando la jugada: "Esto es cuando ella...", es decir, que se lo habían leído todas. Me encantó que algún autor haya sido capaz de sacar a las ancianas de los Códigos Davincis, los Ruizafones y demás narcolépticos, para alentarlas a sumergirse en algunas cuestiones éticas que son propias de la contemporaneidad. Porque, vamos a ver, ¿es un problema ético el recuperar bibliotecas de libros condenados, o no sé qué porras zafonísticas? No, queridos lectores del blog. Problemas éticos contemporáneos es si robar a un ladrón como Wennerström tiene cien años de perdón, o si seguimos con la moral kantiana. Si es lícito intentar matar a un padre y eso no hace caer las columnas del templo de nuestra civilización occidental... en fin, volveremos sobre estas cuestiones de ética contemporánea en la siguiente entrada, que irá sobre padres, madres y sobre Sansón. Se aceptan (se desean) discusiones y comentarios.

2 comentarios:

Irene Adler dijo...

jejeje yo tb noté las risas en el cine. Y tb pensé en lo de las patas de gallo, por Diosss xDD Sobre la película, me gustó. Y Salander no es que salga demasiado guapa...es que Noomi Rapace no tiene la pinta de niña de 15 años anoréxica que tiene el personaje xDD Pero creo que hizo un buen papel.
Esta noche habrá post Millenium en mi blog xD Por cierto, lo que comentas de blog, es que he activado lo de moderación de comentarios, ya que al tratar el tema de Oriente Próximo ya van varios trolls que entran a tocar la moral...pero el sistema de comentarios funciona.
Saludos : )

verogarlin@hotmail.com

Ana Margarita González dijo...

Una colega y yo hemos escrito una artículo sobre este personaje, y estamos en la fase de intentar que nos lo publiquen. A mí me tiene fascinada. Le envidio la habilidad de hacker, y lo que siempre soñé, ser el azote de los malos, cuando sólo podías identificarte con héroes masculinos, que trataban a las mujeres con condescendencia, por decirlo de una forma suave. Ahora me resarzo de aquella carencia de heroínas en mi infancia admirando a Lisbeth Salander. De acuerdo con todo lo que comentas, y una pregunta, ¿por qué nos fascina de tal manera?